Nuestra historia

Nuestra historia

Simoni srl fabrica cepillos desde hace 7 generaciones, desde 1830. Todos estos años de actividad son motivo de gran orgullo para la familia Simoni y, sobre todo, representan un logro poco común, posible únicamente gracias a la pasión transmitida de generación en generación.

Las capacidades técnicas han aumentado con la sucesión de generaciones que han ido evolucionando con el tiempo gracias al avance de la tecnología y las nuevas exigencias del mercado.

Es sorprendente la cantidad de aplicaciones diferentes que pueden tener los cepillos en la industria, y podemos decir que el «cepillero moderno» también debe tener la capacidad de proponer al cliente nuevas soluciones que mejoren siempre las existentes. Es fácil imaginar que, en este mar de formas, materiales y movimientos, el cliente nos plantea a menudo exigencias «imposibles». A menudo oímos que «cuanto más imposibles son, más nos divertimos». Este es quizá el mejor resumen de nuestra política de empresa: aunque siempre nos esforzamos por simplificar al máximo, aceptamos de buen grado evaluar todas las propuestas de los clientes. A menudo, una petición «imposible» da lugar a una solución interesante, que luego tiene desarrollos en otras aplicaciones.

«En tiempos difíciles como estos, mi compromiso es continuar la tradición, si es posible introduciendo algunas innovaciones en la fábrica y recordando bien las enseñanzas de mi padre Paolo, que quería ante todo una empresa basada en la honradez y la lealtad a los demás.»

Franco Simoni, Propietario

La experiencia de una antigua tradición

1830

Fundación de la empresa en Calcara (Bolonia), especializada en la producción de cepillos manuales.

1870

Introducción de las primeras máquinas de cepillado

Los primeros equipos dedicados a la fabricación de cepillos se construyeron a mediados del siglo XIX. Eran rudimentarios, hechos totalmente de madera y se accionaban manualmente.

Los filamentos de los pinceles se ensamblaban a mano en las tablas de madera previamente perforadas, en una operación conocida como «cosido». Un alambre o un hilo de cáñamo sujetaban los fardos a la tabla. Este método se sigue utilizando hoy en día cuando se quiere dar una mayor garantía de estanqueidad (anclaje) a los haces.

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1930

Creación de los primeros cepillos industriales

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1960

Inicio de la producción especial sobre plano, como sigue ocurriendo hoy en día.
Introducción de la primera máquina de «tiras»

Tras el auge económico de los años sesenta, la empresa inició la fase de producción especial «a medida», que en aquella época desembocó en una actividad cada vez más por encargo y cada vez menos por catálogo.

Además, en 1960 se introdujo la primera máquina de tiras y poco después las primeras máquinas automáticas mecánicas. Paolo Simoni fue el primero en aplicar el método del cepillo de tiras para el procesado de la fruta, ofreciendo un producto sólido, barato y rápidamente sustituible. Pronto los módulos de madera y cerdas fueron suplantados por rodillos de tiras, cilíndricos y ondulados.

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1975

Abandono de la producción de cepillos tradicionales de uso manual y traslado a la sede actual de Zola Predosa (Bolonia).

A finales de los años sesenta, las instalaciones de la fábrica de Via Rappini, en Bolonia, eran cada vez más estrechas. Paolo Simoni empezó a madurar la idea de trasladar la sede a una zona industrial, fuera de la ciudad donde, entre otras cosas, aumentaban los problemas logísticos debido a la accesibilidad de los medios de transporte voluminosos.

A mediados de los años setenta, la nueva fábrica se construyó en Zola Predosa, una zona industrial muy próxima a la ciudad, bien comunicada y rica en zonas verdes.

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1980

Introducción de las primeras punzonadoras de control numérico

Desde los años ochenta, la lógica de la especialización se ha perseguido y realizado aún más. Las máquinas automáticas mecánicas tenían una gran rigidez y sólo eran adecuadas para grandes series de producción. En esta época se introdujeron las primeras punzonadoras de control numérico que, con su versatilidad, abrieron la vida a la fabricación de cepillos industriales realmente a la medida del cliente. Estas máquinas introdujeron en la empresa las tecnologías de la información, que luego supusieron una auténtica revolución con la introducción de los primeros ordenadores personales.

1983

Desarrollo interno de programas informáticos para calcular presupuestos y ciclos de trabajo

Desde 1983, desarrollamos internamente programas informáticos específicos para calcular presupuestos y ciclos de trabajo. Su análisis y programación llevó varios años, y a finales de la década de 1980 dio lugar al legendario (para nosotros) paquete informático «Scheda», que inevitablemente fue objeto de continuas actualizaciones técnicas y metodológicas.

Hoy, como entonces, este sistema nos permite contar con presupuestos rápidos y fiables y mantener bajo control todas las fases de la producción.

1989

Creación de la primera máquina con tecnología de cepillos

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1999

Obtención de la certificación del sistema de calidad ISO 9001

2003

Adquisición de un nuevo centro de producción adyacente a la sede central

En 2003 se adquirió el edificio contiguo a la planta de Zola Predosa. Esto ha permitido a la empresa una disposición operativa más eficiente y la posibilidad de introducir nuevas máquinas para seguir el desarrollo de la producción.

Actualmente, la fábrica tiene unos 3.500 metros cuadrados de superficie en un área de unos 7.000 metros cuadrados.

2010

Establecimiento del diseño y la producción de los primeros colectores de polvo y orientadores con tecnología de cepillos